Cuando los niños pequeños ven esta imagen, sólo ven 9 delfines. Qué ves tú? Si al pasar 30 segundos sigues sin ver los delfines, ya imaginamos lo que tienes en cabeza.
Nuestra mente capta globalidades, por eso, en ocasión es muy difícil darse cuenta de los detalles. Si intentas leer el texto siguiente sin fijarte demasiado, verás que comprendes el mensaje, aunque las letras de todas las palabras están descolocadas. Esto es así porque aprendemos a leer palabras completas y no secuencias de letras. Cuando la letra inicial y la final están bien colocadas no tenemos problemas en reconocer las palabras.
Además de nuestras experiencias personales, también las experiencias colectivas de la sociedad en la que nacemos influyen en la percepción que tenemos. El lenguaje canaliza esas experiencias y aprendiendo un lenguaje aprendemos también el sentido de nuestro mundo.
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